sábado, 3 de septiembre de 2016

LAS POSIBILIDADES Y LIMITACIONES DE LA DIPLOMACIA.
General de División D.E.M. Ret. ROBERTO BADILLO MARTÍNEZ.

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Sin duda la aplicación de la diplomacia por los países, es el elemento esencial de su política exterior.
El político normal la utiliza periódicamente por necesidad; el político activo la usa para lograr objetivos pasajeros; pero el conductor de un país la emplea cuando es necesario, para la defensa de su nación y del pueblo que representa y también audazmente, cuando trata de lograr objetivos nacionales, o defenderlos si están en peligro.
Con todo, la diplomacia tiene POSIBILIDADES de lograr los propósitos que cada tipo de político desea al aplicarla, pero también tiene LIMITACIONES e incluso serios obstáculos para lo mismo. Es lógico que así sea.
Al enfrentar y desarrollar, normalmente o con intensidad de pensamiento, la historia, la política y la cultura de las naciones, por muy vecinos que sean, el radio de acción de la diplomacia es gigantesco y abarca casi todos los ambientes de los países. Su acción es casi totalizadora.
En efecto quien representa a una nación lleva en sus hombros toda la carga histórica, política y cultural de su pueblo y con quien va a dialogar en cualquier situación, lleva de su parte la misma carga. Se convierte el diálogo en un caso extremo, en un verdadero choque de opiniones entre los dos representantes lo cual es inevitable. Pero este choque de opiniones sólo se puede llevar a cabo mediante la diplomacia.
Fuera de la diplomacia está el insulto y la intolerancia, primeros pasos para agravar cualquier situación entre países.
Lamenté que muchos mexicanos de izquierda, de derecha, comunistas, marxistas o social-demócratas por sólo citar cinco “ismos” de las decenas que existen en el país llamaran con insultos a Donald Trump, después de sus iniciales y tronantes declaraciones contra los mexicanos. Violadores y narcos nos dijo. Lo que más me extrañó (porque a pesar de los cambios de los últimos 30 años y de los Fox y Calderón, todavía tiene líneas de admirarse la diplomacia mexicana) fue la reacción insólita inicial de elementos gubernamentales.
Por fortuna esto duró poco, luego vino en cambio adecuado, o por lo menos con el que estoy de acuerdo: “México no intervendrá en la campaña presidencial de Estados Unidos, se mantendrá al margen de la misma y trabajará con la persona de cualquier partido que sea electa por el pueblo estadounidense”. Sabia declaración del gobierno mexicano, a la que sólo le faltó agregar que esa misma intención pedimos de parte de extranjeros, cuando realicemos un proceso electoral en México.
Las declaraciones iniciales de Trump se deben a la idiosincrasia estadounidense, principalmente de sus gobernantes de todas las épocas que han sido educados, en la creencia que son el pueblo del “destino manifiesto”. Una cultura educativa derivada de la Biblia, que es utilizada para muchas actividades y no nada más religiosas. Entonces las declaraciones de Trump se derivan de esa cultura. En estados Unidos el triunfador social es el que se hace millonario, sin tomar en cuenta la ética y la moral. Las películas de Hollywood sobre personajes mafiosos presentados como triunfadores así lo recalcan.
Trump es millonario. Ser millonario, no importa el cómo, es ser triunfador en Estados Unidos. Puede ser en alguna actividad noble como el deporte, o la ciencia, la industria y el comercio, pero puede ser también en alguna actividad innoble, como un vendedor de armas o traficante de drogas.
No voy a responder y respeto además, a todos aquellos que desde diversos “ismos” se lanzaron contra Donald Trump, pero si lamento mucho las declaraciones de algunos Senadores de la república que pidieron declarar a Trump, “persona no grata”. Esto es inconcebible, porque en el Senado de la república hay una comisión de relaciones exteriores que debe conocer sus responsabilidades diplomáticas y porque además tiene constitucionalmente el Senado, responsabilidades en la política exterior mexicana.
No va a ser un suceso el triunfo de Trump, porque todos quienes conducen la política de los Estados Unidos desde su fundación como nación, han dirigido el actual proceso electivo desde su inicio para que la Señora Clinton, previamente y durante años preparada por ese grupo para ser Presidente, lo sea.
Un cambio de esa situación sería por algo inusitado. Sería por un acontecimiento escandaloso o trágico, no previsto por quienes manejan la política en ese país.
Las declaraciones contra México del precandidato Trump, fueron fanfarronadas, para llamar la atención, que no solamente obtuvo en Estados Unidos sino prácticamente en todo el mundo. Producidas también por la soberbia de los que se piensan triunfadores estadounidenses con respecto a los demás pueblos del mundo.
Me dí cuenta que eran fanfarronadas, cuando un mexicano enarboló la bandera de México desde uno de los edificios de Trump. Esperaba una reacción en contra de esa acción. No se produjo o no se publicó. Las campañas políticas para la presidencia de Estados Unidos son completamente dirigidas, escogiendo los candidatos, pagadas y manipuladas por los mismos grupos que son los dueños del poder económico, financiero, gubernamental, de medios de comunicación, industrial y bancario de Estados Unidos.
Las fanfarronadas e insultos de Trump están en la línea que algunos candidatos de esas campañas deben implementar para llamar la atención del pueblo de Estados Unidos.
Trump al decir soy patriota estadounidense y quiero a mi país; al decir que su país ha sido engañado y explotado por otros países, está en línea con personajes de la política estadounidense que han dicho lo mismo e incluso cosas peores; Madeleine Albright, ex– secretaria de estado, dijo que ese país era el único país indispensable en el mundo; George W. Bush ex-presidente de Estados Unidos, dijo que el mundo debe acomodarse y adaptarse a las decisiones que toma su país, que son desde luego las que convienen a Estados Unidos; Barack Obama dijo que los tratados comerciales son para beneficiar en primer lugar a Estados Unidos.
Hay que comprender entonces que la política exterior de Estados Unidos: “no tiene amigos tiene intereses”, como muchos diplomáticos estadounidenses lo han repetido y esto es una copia de la política imperialista inglesa, de Lord Palmerston, Ex Primer ministro del Reino Unido, quien dijo exactamente lo mismo: “el reino de Inglaterra no tiene amigos tiene intereses”.
Fue el más importante personaje perseguido por Estados Unidos en los últimos años llamado Julian Assange, aún asilado en la embajada de Ecuador en Inglaterra, el que dijo con respecto a los candidatos Clinton y Trump, que no existía posibilidad de escoger, porque tan malo era uno como el otro.
(Lo dijo en otras palabras que no deseo repetir).
Esa es la realidad. En la elección estadounidense dirigida por los que mandan en Estados Unidos en todos los órdenes de la vida de ese país, se sabe que su candidata preparada especialmente para ello, captada para que los sirva incondicionalmente y que será manipulada por ellos es la señora Clinton “la demócrata”.
Ahora bien, desde el gobierno estadounidense la señora Clinton realizó actos contra nuestro país. En efecto desde la ciudad de México en compañía de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza Cantellano, del Presidente Calderón Hinojosa anunció, la construcción del Centro de Información conocido “como el bunker del espionaje”, a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública, como el principal centro de espionaje de la nación; la misma señora Clinton impulsó hacia el cargo de procuradora general de la república a Marisela Morales Ibáñez, condecorándola previamente en Washington con “cualquier corcholata”, a fin de que permitiera la intromisión de agentes estadounidenses a esa dependencia. El mismo Secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna ahora viviendo cómodamente en Miami, declaró en aquel entonces que su dependencia estaba lista para proporcionar la información de ese centro al gobierno estadounidense.
La señora Clinton formó parte del gabinete del Presidente Barack Obama, que pasará a la historia como el “gran deportador de mexicanos”, al acumular a mas de dos millones de mexicanos deportados, incluyendo niños y jóvenes nacidos en ese país; incluyendo también en esos dos millones a ex-combatientes de las guerras del imperio que llegaron a desestabilizar y ensangrentar a los estados de Guerrero, Michoacán y Oaxaca entre otros estados de la república.
La señora Clinton formó parte del gabinete del Presidente Barack Obama, que ejecutó la iniciativa Mérida, que nos ha llevado a la muerte y destrucción en toda la república, con una violencia generalizada que aún no termina.
La señora Clinton también formó parte del gabinete del Presidente Barack Obama, que implementó el programa “rápido y furioso”, que permitió el traslado a nuestro país de centenares de miles de armas de todos calibres, muchas de ellas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas estadounidenses; con esas armas más de cien mil mexicanos han muerto y la violencia continúa. Fue muy patético que el Presidente Calderón declarara en su tiempo, que no sabía que el programa “rápido y furioso” también serviría para introducir armas estadounidenses a México.
La señora Clinton puede ser un real peligro para México, si la diplomacia mexicana no actúa con valor, patriotismo e inteligencia, tomando en consideración los valores de nuestra historia y nuestra cultura.
Y a pesar de ello, por las bravuconadas de Trump, millones de mexicanos están dispuestos a votar por la señora Clinton para la presidencia. No conocen su historia personal, ni tampoco su historia como funcionaria de Barack Obama en sus acciones contra nuestro país. Ella y su esposo con su fundación Clinton traen entre otros temas a desarrollarse en la política mundial, la agenda de los matrimonios homosexuales, la educación sexual a escolares menores y sin duda la división y desestabilización de países con políticas que afectan a la familia y a la religión católica. Todo ello no sin dejar de sonreír en todos su actos.
Lo anterior está en la política estadounidense siendo también promovido por las naciones unidas. Hay embajadores yanquis como el de filipinas actualmente, que ha provocado problemas diplomáticos en ese país por implementar esas políticas.
Por todo lo anterior parece que se confirman las opiniones de Julian Assange, sobre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
En ese ambiente pésimo, en que se mueven ambos candidatos, qué debe hacer la diplomacia mexicana, que dispone de posibilidades y limitaciones en su accionar, tomando en cuenta que las posibilidades dan opciones y que las limitaciones las niegan. Actuar en consecuencia.
Sabiendo esto, lo hecho por México, fue lo mejor. Sabiendo que existen remotas posibilidades de triunfo de Trump, pero que por mínimas que sean pueden suceder, invitó a los dos candidatos; no a uno que hubiera sido un trágico error sino a los dos, que los pone en igualdad de trato. No es cierto como dijeron izquierdistas y derechistas, que México tomó partido por uno de los candidatos, invitó a los dos y uno de ellos aceptó rápidamente la invitación, lo que da idea de la importancia que tienen los mexicanos en México y de Estados Unidos. También la prensa mundial al servicio de los mismos que gobiernan Estados Unidos se lanzó contra nuestro país y contra el Presidente de México. Responden a los mismos intereses globalistas que gobiernan en Estados Unidos.
Al invitar a los candidatos el Presidente sabe que quien sea electo, trátese de quien se trate, es el interlocutor del pueblo estadounidense con nuestro país.
La actuación del Presidente al asentar que trabaja para defender a los mexicanos de México y a los que están fuera de México fue impecable.
Quien cambió conceptos y opiniones sobre los mexicanos fue el candidato Trump, además se declaró sin necesidad, amigo del Presidente. Le creemos los mexicanos seguramente, no, pero esto se logró seguramente por la grandeza de nuestra historia, nuestra cultura y de la importancia en todos los órdenes de los más de 150 millones de mexicanos o descendientes, que viven en México y Estados Unidos.

Como escribí antes el proceso de elección presidencial estadounidense es totalmente manipulado por los intereses económicos, bancarios, financieros, industriales y de medios de comunicación que gobiernan al país, eso incluye a ambos candidatos pues tanto el partido demócrata como el republicano, semejan una naranja partida en dos de arriba hacia abajo. Es decir son idénticos y solamente intereses partidarios o de grupo los separan, quien no sabe esto debe informarse sobre el particular.  

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