BOLETÍN DE PRENSA DE
LA CONFERENCIA DEL GRUPO ALAMEDA, EL LUNES 10 DE ABRIL DE 2017.
DESORDEN EN LA DEMOCRACIA: REGLAS DÍSCOLAS
GUBERNAMENTALES.
Entre 6 millones de empleos públicos, en más de 2446
municipios en el país, en los 31 Estados y un Distrito Federal, señalando
nuestra territorialidad así en cuanto al acato supremo y necesariamente
riguroso a la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, debiéndose anular
toda intentona de sorprender a la inteligencia y a la normatividad respecto a
instituir un estado denominado Ciudad de México, que representa además de un afán
protagónico innecesario, un acto de desacato al Congreso de la Nación, dejando
en ambigüedad e ilegalidad el asiento de los tres Poderes de
la República, hay más de cien mil todopoderosos funcionarios que cobran
mensualmente más de $40,000.00 (cuarenta mil pesos), y son algunos miles de
empleos repartidos en presidencia, suprema corte y sus ministerios, y cámaras
federal y estatal que devengan emolumentos superiores a los $130,000.00 (ciento
treinta mil pesos), personas que en lo general vienen desempeñando diferentes cargos
en la función pública por varios sexenios, arrastrando tanto algunas buenas competencias
como a la vez carretillas plagadas de expedientes desprovistos de gloria alguna
y en miles de casos de oprobio al pueblo. En la función pública de esos cien
mil empleados estrellas, además, reciben, en su mayoría, bonos adicionales a la
“lealtad institucional y al buen desempeño”, recae la responsabilidad del
anarquismo reglamentario por lo general denunciado por la ciudadanía, que se
enlaza al “impulso y proteccionismo” de la enorme cadena criminalística que
impera en el país, y ante lentes de aumento, se magnifican los yerros en la administración
pública al suscitarse desfalcos, peculado, nepotismo, persecución, ocultamiento
de enriquecimientos, falsificación documental, tráfico de influencias, delitos
de trata, secuestro, narcotráfico, homicidios, y esto ocurre en todas las
instituciones del país en tantos semejantes.
La pobreza del pueblo ha obligado a buscar soluciones: la
principal ha sido la migración allende la frontera norte, los Estados Unidos,
donde por décadas los ahora tres millones de deportados en los últimos diez
años, hicieron raíces por distintos sitios de la Unión Americana, alcanzando
condiciones de bi-nacionalidad, y formando familias integradas por varias
generaciones. El fruto del empleo allá se tradujo en la señalada década, a través
de las remesas enviadas, en el segundo rubro de ingresos en México.
La organización “Deportados Unidos en Lucha”, comprendiendo
el dilema de los connacionales, se ha sumado a la contienda de señalar
candidatos independientes presidenciales, (LA YURA) reconociendo que la gran
solución a la crisis se dará si en cada institución en el país, el poder de
firma de sus titulares y encargados de las finanzas, se transfiere anualmente, en
el contexto de un plan nacional sexenal para el desarrollo y progreso del
pueblo mexicano, se exija como medida rotunda la no reelección, y surjan
escuelas de riendas para la incorporación de expertos y juventud entendida.
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